El Cambio – de la Ambición al Propósito

Cuánto más hacemos, más nos valoramos?  ¿más nos valoran?

¿Pero, es así?

¿Continuamente hacemos, pero encontramos limitaciones, de prioridades, de tiempo, de competencia y no estamos satisfechos con lo que decimos, entregamos, aportamos? No paramos de hacer y seguimos frustrados porque no llegamos a la excelencia que buscamos ni a realmente ver reconocido nuestro trabajo… Mucha gente vivimos en este círculo vicioso, de buscar el reconocimiento de los demás mediante “hacer” más

Y si, intentamos parar, disfrutar del aquí y ahora, respirar, empezar por ser, sentir, después estar y al final hacer para tener… Porque si somos nosotros mismos, en nuestra perfección, tendremos.

¿Por qué seguir el atajo del hacer para tener, cuando sabemos que ese, no es realmente el camino?

Os invito a reflexionar sobre nuestros pasos y dedicarnos a ser, encontrarnos, querernos, sonreírnos, descubrir nuestra perfección y sentir, dejando fluir nuestra energía, contagiándola y recuperando esa energía para sentir, pensar y estar.

El camino largo nos hace disfrutar del propio camino desde el ser, sentir y pensar al estar, hacer y tener.

Comparto estos pequeños retales de libros que me inspiran constantemente.

DOS HAMBRES

Los bosquimanos del desierto de Kalahari hablan de “dos hambres”:

Existe el hambre Grande y el hambre Pequeña.

El hambre Pequeña quiere alimento para el estómago; pero el hambre Grande, el hambre más importante de todas, es el hambre de significado…

A final solo hay una cosa que provoca en los seres humanos una amargura profunda e intensa, y es haberse sumido en una vida sin significado….

No hay nada malo en buscar la felicidad… Pero para un mayor placer del alma… Hay algo más importante que la felicidad o la infelicidad, y es el significado.

Porque el significado lo trasfigura todo… Si lo que estás haciendo tiene significado para ti,

Es irrelevante si eres feliz o desgraciado.

Estás satisfecho, tu espíritu no está solo… Pertenece.

(Sir Laurens van der Post en Hasten Slowly)

Sacado del libro “El Cambio” de Wayne Dyer: De la ambición del ego a una vida con sentido. Y realmente, cuando ya hemos caminado muchas millas, es verdad que la vida sin Visión, sin Pertenencia y sin Aportación, no tiene sentido.

Wayne Dyer en este libro nos recuerda que nacimos y nos convertimos en un ser perfecto sin interferencias. En un grado de máxima conciencia. Poco a poco tendemos a desplazarnos hacia la ambición en una forma que insistimos en dirigir; Crecemos con la ambición y en especial con “hacer más”: somos lo que hacemos. Y, por lo tanto, cuando no siempre triunfamos, nos parece que nuestro valor ha desaparecido. Estamos escuchando a nuestro ego.

Leer este libro y otras joyas como Etgar Keret en “los siete años de abundancia” y “La drecera” de Miquel Martin Serra, cada uno una obra de arte diferente, pero con un hilo común para mí, consultora empresarial de vocación y dedicaciónel significado de la vida con significado, con propósito. La razón de ser, que no de estar.

Porque estamos, y actuamos y pensamos y sentimos, pero quizás no lo hacemos en el orden correcto ni por las razones correctas.

Claro que nos sentiremos vacas púrpuras, como escribe otro maestro como Seth Godin, pero si dejamos atrás el ego de la ambición, de la soberbia, de la pereza, de la gula, de la envidia, y también los miedos y las dudas, podemos encontrar significado a nuestras vidas y dar significado a las vidas de los demás.

Y realmente viviremos que, nuestras relaciones sin ego construido son relaciones con significado. Y estas relaciones atraen energía positivacolaboración, cooperación, apoyo y sostenibilidad. Si además limitamos nuestros miedos y dudas, somos mejores personas, mejores miembros de equipos y mejores líderes.

Espero que disfrutéis de estas pinceladas sobre querernos para querer a los demás y de la sabiduría de estos libros maravillosos.

!Somos perfectos!

¿Conoces tu Yo?

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